Los mates de madera tienen más cuidados que los mates vitrificados, de resina, plásticos o de acero inoxidable. Al ser un material noble y orgánico, requiere precauciones para evitar que se dañe y poder disfrutarlo por más tiempo. Toma nota y recordá: cuidar tu mate, es cuidar tu bienestar ♥
¡Comencemos!
1. Secado adecuado
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Después de cada uso, vaciá el mate, enjuagalo solo con agua tibia (sin detergente) y dejalo secar boca abajo en un lugar ventilado.
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Nunca lo dejes con yerba húmeda por muchas horas, ya que puede generar moho o aflojar la estructura.
2. Evitar humedad excesiva
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No lo sumerjas en agua por tiempo prolongado.
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Evitá guardarlo en lugares cerrados o húmedos.
3. Mantenimiento del interior
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Cada tanto (una vez al mes o cada dos meses), podés pasarle un poco de aceite vegetal o grasa vacuna en el interior para nutrir la madera y evitar que se agriete.
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Esto también ayuda a mantener su impermeabilidad natural.
4. Cuidado de la pintura externa
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Si está pintado a mano, evitá el contacto con agua o fricción constante en el exterior.
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Podés proteger la pintura aplicando una capa muy fina de cera o barniz natural cada tanto, si el diseño lo permite.
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Evitá golpes o rayones en la superficie pintada.
5. No usar detergente ni lavavajillas
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Los productos químicos pueden dañar tanto la madera como la pintura.
⏳ Durabilidad estimada
Un mate de algarrobo bien curado y cuidado puede durar entre 3 y 10 años, o incluso más. La pintura a mano, si no está sellada con barniz adecuado, puede empezar a deteriorarse visualmente en 1 a 3 años con uso regular.
Con protección adecuada (barniz, cuidado al manipularlo, secado correcto), la pintura también puede durar varios años sin problemas.